EL ESPEJO DEL ALMA DEL ARTISTA JUAN CARLOS ROBLES

Una división en el espacio expositivo -el de la Sala Montcada de Barcelona, en el año olímpico español por excelencia (1992), en la exposición colectiva “Transfluències”- con un muro vítreo que reflejaba y multiplicaba la imagen del público, fue la primera pieza del artista Juan Carlos Robles (Sevilla, 1962) que vio la luz. Una pieza que reflejaba el sentimiento y la idea de que cuanto más nos acercamos al OTRO más cerca estamos de nosotros mismos. Un juego de espejos con el que se toma medida de la distancia que nos separa del OTRO. Reflejos o espejos. Una máxima central en la carrera de Juan Carlos Robles, desde que salió de un coma tras sufrir un accidente de tráfico en 1986, y experimentó la contemplación de sus visitantes al otro lado del cristal de cuidados intensivos. Un hecho  y un antiguo deseo -reducir el espacio entre la obra y el espectador a ese mínimo grosor de aquel cristal hospitalario- que tras años de investigación visual, con más de cien exposiciones entre individuales y colectivas por todo el mundo,  se refleja más que nunca en AUTONEGACIÓN.

AUTONEGACIÓN es la quinta exposición individual de Juan Carlos Robles en la galería Oliva Arauna desde 1999. Dieciocho piezas de una selección de intuiciones y pensamientos realizados y documentados a lo largo de los dos últimos años, que toman forma en diferentes soportes como la escultura, la fotografía,  el vídeo y el lenguaje digital.

En las series de imágenes presentadas como negativos fotográficos ampliados, “Micro-relatos de autonegación”,  Juan Carlos Robles traslada la búsqueda de acercamiento entre la obra y el espectador a  través de la memoria histórica de este último. Potenciada por  una complicidad encontrada,  y compartida, con  la lectura de imágenes de la arquitectura de diferentes ciudades como el madrileño barrio de Lavapiés,  la colina del Coliseo de Roma, el barrio de pescadores de Venecia o la Isla de La Cartujade Sevilla.

La evidencia de un pausado y reflexivo proceso de ese acercamiento al OTRO, también se refleja entre el artista y sus creaciones.  Juan Carlos Robles recurre a elementos de su  entorno y vida diaria usando como motivos la reproducción de su propio cráneo en la escultura “Cabeza caníbal”, a compañeros en “Bicefalia o el sueño de la mentira y de la inconstancia”, o desde sus experiencias y encuentros en su Sevilla natal, que junto a sus recuerdos cinematográficos, dan forma al vídeo “La vigilia del gallo, sus sueños y otros tesoros”. Juan Carlos Robles se refleja en sus creaciones y sus creaciones se reflejan en el espectador.

Juan Carlos Robles, el artista.

Sevillano de nacimiento, desde su infancia catalán de adopción, berlinés de formación. Actualmente a caballo entre Sevilla -donde tiene su taller-, Málaga –donde ejerce de Profesor Asociado en la Facultad de Bellas Artes-, y Madrid. Viajero incansable por el seguimiento de sus obras, por las que Juan Carlos Robles deja de un lado su condición de artista para crear tendencias de una manera espontánea y casual.

Desde sus construcciones vítreas abrazadas a la semiótica en su época de Barcelona a la evolución del vídeo y la fotografía tras sus siete años en Berlín y uno en Nueva York -y vuelta a España-, cuenta con exposiciones individuales, aparte de las cinco en la Galería Oliva Arauna, en otras instituciones repartidas por el mundo tales como: Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, Sala de Exposiciones del Senado de Berlín CAAM, , Facultad de BBAA de Málaga, I+CAS , Caja San Fernando de Sevilla, o Teatro Rosa de Berlín. Y con exposiciones colectivas en MNCARS, Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, MACBA, Bienales de Sevilla, Johannesburgo, Sevilla y Pontevedra, suma más de 100 exposiciones con obra en colecciones como Banco de España, Fundación Pilar Citoler, CAAC, Museo Patio Herreriano, MACBA o Fundación Marcelino Botín.

Oliva Arauna, mecenas contemporánea.

Oliva Arauna inauguró en 1985, en la madrileña Calle Claudio Coello, más que una galería un espacio contemporáneo pionero y muy avanzado para su época. Un espacio único en el que disciplinas como el vídeo, la instalación y la fotografía estaban presentes en casi todas las exposiciones. En 1987 tuvo lugar la primera muestra de fotografía y en 1992 la dedicada exclusivamente a la vídeo instalación.

En 2004 la Galería Oliva Arauna amplía espacio expositivo, se traslada a la Calle Barquillo sin dejar su labor como gurú de las nuevas tecnologías y la innovación –nuevas para la mayoría pero no para Oliva Arauna- y se consolida, según sus fieles seguidores y artistas, como una auténtica mecenas del siglo XXI.

Iniciados artistas de la mano de Oliva Arauna hoy en día consagrados como Alfredo Jaar, Per Barclay o Juan Carlos Robles – con Oliva desde 1991, 1993 y 1999 respectivamente- forman parte del fondo de esta mecenas contemporánea, que sigue apostando por las jóvenes promesas como Adriana Molder, Kristoffer Ardeña o Juan Carlos Bracho, algunos de sus últimos incorporados recientemente.

El secreto de una mecenas contemporánea como Oliva Arauna: una gran visión y estar orgullosa de la carrera de sus artistas.

Autonegacion_Juan Carlos Robles en Oliva Araunabicefalia (fotografía). Juan Carlos Robles. Inaguracón 14 de marzo.FinHistoria