Exposición Enrique Carbó, Todo Pirineos

Todo Pirineos

Sala de exposiciones de la Diputación de Huesca 29 de mayo / 26 de julio de 2015

Todo Pirineos reúne las distintas líneas de trabajo que desarrolla Enrique Carbó, siempre con el denominador común de la reflexión sobre el paisaje, la fotografía, y las relaciones entre Arte y Naturaleza. Y los Pirineos son el territorio sobre el que se articulan esa reflexión y la obra que genera.

Desde hace más de treinta años, Carbó ha hecho de la cordillera pirenaica su estudio favorito, su taller, el territorio por donde deambula y pasea su mirada, una mirada que busca y lleva hasta el límite la capacidad para convertirlo en paisaje y confrontarlo con la cultura, lejos del precario paisaje que proponen las prácticas turísticas.

Ese pasear de la mirada, una mirada desinteresada y educada que vaga escudriñando el territorio sin que le preocupe el esfuerzo físico, provoca la necesaria ascesis que crea el momento apropiado que detiene al fotógrafo y le obliga a desplegar su conocimiento para que esa fotografía sea el equivalente de la imagen entrevista. Sólo a partir de la constitución de una imagen mental del territorio es posible su fotografía.

Una de las ideas principales que recorre el trabajo de Carbó es la atención a ciertos hechos naturales que igualmente podrían ser objeto del interés de una disciplina como la Arqueología del paisaje prehistórico. La serie de los Inmemoriales ilustra muy bien este principio, al igual que las Fictional Primitive Sculptures, aunque éstas se deban exclusivamente a la imagen creada por el dispositivo fotográfico y a la certeza que les confiere su tipología, gracias a esa vocación de archivo propia de la fotografía. Vocación que se hace aún más patente en las fotografías de La Palombe, a las que la desaparición de sus referentes ha transformado en documentos de pleno derecho.

Los Estudios románticos expresan una reflexión sobre la historia de la fotografía de paisaje. El Romanticismo, contemporáneo de la fotografía, propuso unos paisajes que la fotografía se encargó de preservar y cuya tradición llega hasta nuestros días. La recreación de esas imágenes indaga sobre el sentido de su persistencia y el potencial de esas imágenes en la actualidad. Aun con la misma apariencia, Infraleve (cascada romántica) y La columna sin fin (infraleve), aprovechan para preguntarse sobre la vigencia de los descubrimientos de las vanguardias históricas.

Bajo el aspecto formal de fotografías de paisaje, o de elementos del paisaje, los No landscapes tratan de la complejidad de las relaciones entre Arte y Naturaleza y de las capacidades y consecuencias de la mirada y la práctica fotográficas. En ocasiones organizados como dípticos, siempre se refieren a algo más de lo que muestran; como ejemplo, las Historias del horizonte, que se tiñen de una mirada geológica cuya lejanía señala al territorio como paisaje.

La serie Signos de vida surge de la perplejidad que causa encontrarse con lo inesperado en su deambular; particularmente si algo, inequívocamente obra del humano, se aparece en mitad de un escenario que nuestro imaginario considera únicamente como expresión de la Naturaleza. Y como estrategia Carbó se decide a fotografiarlo de manera que suscite igualmente la curiosidad del espectador. Como los No Landscapes, también los Signos de vida exploran la polisemia de la imagen.

Cuando la mirada recorre con atención la fotografía de paisaje, se descubre que es profundamente narrativa, siempre cuenta una historia pero siempre desde su propia contemporaneidad. Todas estas obras son intrínsecamente narrativas. Pero a veces, las imágenes se acompañan de textos que simultáneamente acotan y expanden su significado exponiendo en el presente unos hechos del pasado que todavía nos afectan. Es el caso de El balcón negro (¡Viva la República!), un panorama cuyos textos relatan la proclamación de la República en Jaca como si alguien hubiera presenciado los hechos y dialogara en silencio con Les carabiniers, de Jean-Luc Godard.

De todo esto trata Todo Pirineos, de una mirada particular sobre este enorme e interesantísimo Patrimonio, que reivindica este territorio como paisaje y como lugar de creación y producción para la cultura y el arte europeos.

Más información: http://www.dphuesca.es/oferta-cultural/exposicion-sala-dph