Transferencias de emulsión de imagen
A finales del pasado siglo, cuando la fotografía digital era un proyecto, muchos aficionados hicieron sus incursiones en el mundo de la transferencia de emulsión de imágenes fotográficas. Este tipo de técnica se fundamentaba en determinados materiales de película instantánea Polaroid y tubo una gran repercusión ya que permitía formas de expresión muy alejadas de los trabajos fotográficos al uso.
A pesar del innegable atractivo de esta técnica y del interés que despertaba, presentaba varios problemas, algunos de ellos asumibles pero otros insalvables. Uno de estos problemas era el tamaño de la imagen que quedaba limitado a 9 x 12 cm. en el mejor de los casos.
Tamaños superiores, requerían del uso de cámaras de gran formato tales como 18 x 24 cm. o 20 x 25 cm. o alquilar a la propia Polaroid una cámara gigante de más de 100 Kg. de peso y que utilizaba material de 60 x 40 cm. Como es de suponer el alquiler por días de la cámara y un material tan exclusivo, suponían un coste que solo podían afrontar aquellos artistas que tuvieran la obra final prácticamente vendida de antemano.
Como referente de esta actividad tenemos al fotógrafo Toni Catany, autentico maestro en la técnica de la transferencia de imágenes fotográficas y de todo lo que hace. Aprovecho para invitaros a ver su obra en la red.
La permanencia de la imagen tampoco era un tema a despreciar, ya que la duración de los colorantes que conforman las imágenes fotoquímicas en color tienen una vida muy corta. Y lo que en principio era un valor añadido –la copia única obtenida con Polaroid- se convirtió en un arma de doble filo, ya que obras únicas e irrepetibles tuvieron una inminente fecha de caducidad desde el momento que se crearon.
A comienzos de esta década, Polaroid deja de fabricar película instantánea con lo que las decenas de miles aficionados a lo largo del mundo que querían seguir trabajando con la transferencia de emulsión, se encuentran sin la posibilidad de seguir haciéndolo y comprado material sobrante de stocks caducados.
Nosotros también pasamos por estas mismas etapas: curiosidad por la técnica, el gusto por los originales resultados, admiración por la obra de Toni Catany, envidia hacia todos aquellos que pudieron costearse la forma de producir imágenes capaces de ser observadas sin lupa y frustración con la desaparición de Polaroid.
Pero no nos dimos por vencidos y comenzamos experimentando nuevas maneras de realizar transferencias de emulsión de imágenes fotográficas que rompieran con los límites intrínsecos al sistema Polaroid. En principio, por el placer de seguir trabajando dentro de esta forma de expresión y por la satisfacción de ver imágenes transferidas a tamaño mucho mayor.
Satisfechos con el producto conseguido, revolucionario si lo comparamos con el anterior Polaroid, decidimos crear Jellyfishphoto.es y brindar a todo el mundo la posibilidad de seguir disfrutando y experimentado en esta forma de expresión, rebasando los límites establecidos de tamaño, capacidad expositiva, repetitividad, control, duración y precio. Aportando así a la fotografía digital la posibilidad de recuperar ciertos valores perdidos, como la posibilidad de manipular y jugar con las imágenes, superponiéndolas sobre imágenes impresas, transfiriéndolas a diversos materiales u objetos y en definitiva, creando obras únicas y con una duración contrastada.
Ni que decir tiene que este producto no va dirigido únicamente a los fotógrafos de carrete y ampliadora. La curiosidad es un don cuyos accionistas mayoritarios son los jóvenes. Basta introducir en nuestro buscador “Polaroid emulsión transfer” y encontraremos nada menos que 12.500.000 resultados. Es evidente el interés que esta técnica suscita.
Hemos comenzado esta aventura con el lanzamiento de un tamaño DIN A4, a un precio proporcionalmente muy inferior al del material Polaroid, a la espera de ver la aceptación del producto y no teniendo ningún límite técnico para ofrecer tamaños superiores si esta fuera buena.
Tal y como podéis encontrar en nuestra página web: www.jellyfishphoto.es, el proceso es bien sencillo: Nos envían un archivo de una fotografía a la dirección que aparece en la página y nosotros remitimos por correo la impresión de la misma en el material listo para ser transferido. Así de sencillo.