La desinformación es poder
Un artista español pone en marcha una iniciativa para luchar contra la venta de información y la falta de privacidad en internet.
El 12 de enero Marc Montijano, subió la foto que abría este proyecto a varias redes sociales. El artista se presenta de pie, con su característico saco cubriéndole el rostro y sosteniendo un viejo teléfono con las dos manos. Nada fuera de lo común, a no ser por el texto que acompaña a la imagen: “Con mi nuevo iPhone 7 color oro, tiene cámara dual de 12 Mpx con gran angular y teleobjetivo. Muy agradecido a los Reyes Magos. #ladesinformacionespoder #bigdata #databroker”. Dándonos las claves de su nuevo trabajo. Al día siguiente, subió otra imagen sentado en el váter, leyendo un periódico deportivo de 1967, indicando que estaba en Nueva York haciendo una performance: “Accionando en el MoMA, un lujo. Homenaje a Piero Manzoni”.
La desinformación es poder, es un proyecto en clave irónica, en la que el artista juega con el humor y el absurdo pero con una finalidad muy seria: que el ciudadano recupere el control de internet. Para ello propone golpear en la fuente de financiación de las grandes empresas tecnológicas y de recopilación, procesamiento y venta de datos. Ofreciendo, con cierta regularidad, información errónea o contradictoria hacemos que todos nuestros datos queden bajo sospecha y pierdan valor, ¿qué es cierto y qué es falso?
El artista con este proyecto a medio camino entre la acción artística y el activismo social, pone el acento sobre una situación que cada vez preocupa a más personas, la privacidad y el uso que hacen de nuestra información grandes compañías. Durante este año 2017, Montijano irá publicando regularmente imágenes “desinformando”, con el objetivo de animar a más personas a sumarse a esta iniciativa y así, revelarse contra la venta de información y la falta de privacidad en internet.
Como ha declarado Marc Montijano: “Las redes sociales, junto a las grandes empresas tecnológicas, comercian con todos nuestros datos. El gran negocio de internet en la actualidad es la venta de datos, los datos que les damos queriendo o sin querer. Vivimos en una encuesta constante en la que no existe ninguna privacidad. Nos hemos convertidos en un producto, una suma de datos, un perfil con el que comerciar o al que manejar-manipular.
Jugando con la ironía y el absurdo, quiero hacer reflexionar a la sociedad del peligro que entraña regalar ese poder. La información de una persona es intrascendente, pero datos de millones de personas analizados y procesados, constituyen un material muy valioso, que puede emplearse para muchos fines y no sólo comerciales.
Con mi trabajo invito a desinformar, a usar internet de un modo crítico, para aprovechar su inmenso potencial, pero sin perder el control. La desinformación como un acto consciente y reivindicativo. El proyecto La desinformación es poder, plantea una solución sencilla pero muy efectiva: se lucran vendiendo nuestra información, ofrezcámosles de vez en cuando información voluntariamente errónea, y el resto de nuestra información, sea veraz o no, quedará en entredicho. No se trata de una acción simbólica, realmente estamos comprometiendo su fuente de ingresos y salvaguardando nuestra privacidad”.