El renacimiento cultural de las favelas

Daniel Taveira

“Mi lente enseña la fortaleza, la capacidad de adaptación y el espíritu de las favelas. Las fotografías fueron tomadas en una de ellas, entre los miembros de la ONG AfroReggae, cuya acción provoca el efecto Shiva. En el hinduismo Shiva es un dios destructor y, a la vez, benefactor: permite que pase el mal para generar el bien”.

Quien explica lo anterior es Daniel Taveira (Tocantins, Brasil), quien hasta el 8 de septiembre presenta en el Museo Regional de Tlaxcala su exposición titulada justamente Efecto Shiva, que es integrada por 52 fotografías realizadas en una favela de Río de Janeiro, divididas en tres secciones: “El alma de los individuos”, “La comunidad que vibra” y “En el corazón de la favela”.

El fotógrafo brasileño pretende transmitir el mensaje de la realidad de las favelas, un mundo de dramáticas circunstancias, pero también expresar la acción de AfroReggae, “un grupo cultural que optó por negarse a la violencia, a la venganza y a la destrucción para adoptar el arte y la cultura afrobrasileña como una cura, un renacimiento, un proceso regenerativo que es, a la vez, el concepto de Shiva y un acto de fe”.

De esa forma, en un ambiente de pobreza y delincuencia, “la gente de la comunidad ha logrado, mediante la creatividad del arte, alejarse de la violencia social. Para lograrlo ha tenido que dejar morir su pasado y renacer libre de ataduras. Hay grupos marginados que han sido discriminados por su color y la realidad social que tienen que enfrentar, pero que han optado por la música, la danza, el baile y la cultura para regenerarse. Por eso conectan con el efecto Shiva, que es el concepto de las fotografías que tomé en esa favela de Río”, explica Taveira.

El artista también resalta un aspecto luminoso de las favelas: afirma que de allí “han salido los mejores jugadores de fútbol, grandes cantantes, actores y películas. Para mí son los más destacados talentos del mundo. Entonces el mal es un problema, pero también tiene puntos muy positivos que valoro”.

El trabajo en ese lugar no fue sencillo, ya que por las condiciones de inseguridad hubo un poco de peligro. Al respecto comenta el fotógrafo: “Fue como un choque porque estoy acostumbrado a vivir en una realidad confortable, y fui con gente que vive una realidad completamente distinta, por lo que se siente un poco de miedo. Pero para mí el riesgo es un placer. Estuve en India y me metí en los peores hoyos para sacar fotografías; tuve problemas y sentí mucho temor, pero me gustó. En el sur de Etiopía también me metí en dificultades gigantes para sacar fotografías. En Río no fue distinto: estuve en una situación un poco complicada y delicada, pero al final salió bien. Para mí el miedo no es un problema, sino algo bueno. Es como si fuera un masoquismo psicológico”.

Taveira, quien obtuvo en 2017 el Press Choice Award en el ArtBrazil realizado en Miami, llegó a nuestro país en 2010, y aquí fue donde prácticamente se convirtió en fotógrafo. Sobre ello expresa: “México me dio la sensibilidad fotográfica, me enseñó a ver a las personas como son. Yo tengo una formación administrativa, y tenía una mirada menos humana. Aquí, por la cultura, la gente, la comida y la amabilidad, empecé a ver la realidad con más sensibilidad. Mi ojo empezó a trabajar desde ese momento. Todo comenzó en México, que fue el responsable de mi ojo y sensibilidad fotográfica, de mi lado artístico, de ver a las personas como son”.

Para Taveira, quien fue alumno de la destacada reportera gráfica Nadine Markova, la fotografía logró poner dentro de él “sentimientos, realidad y actualidad para ver a las personas como son, y no como me dijeron que eran o deberían ser. Por eso digo que es un espejo de lo que tengo dentro”.

La muestra fotográfica Efecto Shiva. Imágenes de las favelas de Daniel Taveira se presentó antes en la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, donde fue apreciada por 263 mil personas.

Más info: https://www.danieltaveira.com/

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