Miguel Oriola Shashin Shashin en Efti

Miguel Oriola Shashin Shashin

El prestigioso fotógrafo Miguel Oriola comisaría Shashin Shashin, expuesta en Efti desde el pasado 31 de marzo hasta el 14 de mayo.

Una exposición de espectaculares dimensiones y calidad, llena de crudeza, fuerza y que apuesta por tres miradas distintas, que por una extraña sinapsis coinciden en un mismo territorio: La Comunicación a través del lenguaje exclusivamente visual con la fuerza más inenarrable.

Jamel Van de Pas es un fotógrafo compulsivo sin contaminar por las tradiciones, enviciadas, a pesar de su juventud percibe de forma privilegiada, la visión necesaria que le permite expresarse de forma directa y contundente. Sus imágenes desvelan el misterio y la inquietud del mundo en el que vivimos cada día. No dispone de un vocabulario que puedan describir su trabajo, ni explicar aquello que expresa a través de emociones.

La fotografía que le interesa es sobre todo aquella producida por sus propias vivencias.

Antonio González Caro parte del documento, que eleva a lenguaje mágico por la fuerza de sus imágenes y su estética, trabaja sobre las sensaciones, tanto las suyas como las que espera que sienta el espectador y aunque su obra es esencialmente documentativa, percibimos el grado de conceptuación que él desea, por la mirada comprometida que todas sus imágenes poseen, y en ello encuentra el equilibrio, necesario.

Para Rafael Tanaka es más importante la evocación que la representación.

Su trabajo se envuelve en un aura de misterio y melancolía como en un diario de la memoria.

En él, el tiempo y los recuerdos se convierten en un lugar de investigación, en un espacio de misterio, y la misma bruma le aporta un valor añadido.

Son rostros para contemplar en ellos lo efímero del presente.

Concebimos la fotografía como una parte de la experiencia de vivir. Es como cabalgar sobre la experiencia adquirida cada día y siempre, a través del tiempo. Lo que caracteriza esa peculiaridad única de la fotografía que la hace distinto a todo, es lo aleatorio del acto que la genera, con sus infinitas posibilidades, ese estado gozoso de constante incertidumbre. Su expresión yace en su naturaleza incierta, verbalmente inexplicable.

Por eso somos fotógrafos. Por eso es adictiva.

Más info: www.efti.es