OFFLAND. Un lugar ideal, al menos

Myrto Papadopoulos, ZHANA, Woman

Myrto Papadopoulos, ZHANA, Woman

Exposición ‘OFFLAND. Un lugar ideal, al menos’ – Sección oficial PHotoEspaña 19.

Los lugares ajenos siempre nos han resultado atractivos y sugerentes. Aquello que no está cercano ni es familiar, adquiere una especie de pátina exótica, de oportunidad incipiente. Para el ser humano es fundamental encontrar un sitio, aunque sea imaginario, donde la realidad se adapte a sus expectativas, donde pueda evadirse y hallar un refugio que le permita descubrirse a sí mismo a través de lo que anhela. Este tipo de paisaje personal vinculado a lo inalcanzable, determina nuestra relación con el entorno, que acaba siendo una mezcla de diferentes situaciones, algo así como una conciliación necesaria entre los azares que delimitan nuestras circunstancias vitales y los que pudieron ser. De forma inevitable, debemos asumir que toda ilusión conlleva implícita un desengaño.

Lo más complicado de narrar un territorio en imágenes es saber alejarse de él, entender su atmósfera para construir un relato estimulante y al mismo tiempo fidedigno. Esa historia visual vinculada a una coyuntura de felicidad, esperanza o deseo debe establecerse desde la sugestión con el fin de que el espectador se sienta identificado con las emociones que se pretenden despertar. La Arcadia soñada es un cúmulo de pequeñas ambiciones comunes, de significados evocadores que nos posibilitan escapar de la rutina, sin importar si al final esas aspiraciones resultan figuradas o reales. Cada lugar tiene su propia memoria, por insignificante que sea. Las variaciones más abruptas están ligadas a la intromisión del hombre, que marca el suelo que holla con signos inequívocos de su presencia.

LUGARES DE IDA:

En este apartado se confrontan dos proyectos comunes que, superando los estereotipos que se prodigan en los medios de comunicación y las redes sociales, nos remiten de manera poética a uno de los mayores problemas sociales del Mediterráneo y el Sur de Europa: la llegada masiva y continuada de migrantes. Hoy, miles y miles de personas arriban a nuestras costas procedentes de África y Oriente Próximo. Gente corriente que lo arriesga todo por no sabe qué y abandona su lugar de origen de forma desesperada huyendo de la miseria o zonas de conflicto. Aquí, ambas autoras generan con sus fotografías una narración sugerente para que el espectador pueda imaginar y emocionarse más allá de los clichés asociados al periodismo gráfico; en la mayoría de los casos, instantáneas que buscan el impacto visual y están alimentadas por la aflicción, la compasión e incluso el morbo.

Alessia Rollo (Lecce, Italia, 1982). Fata Morgana, 2015-2017

La comarca de Salento se sitúa en la extremidad sudeste de la región de Apulia, sobre el tacón de la península itálica. Como todo el Mediterráneo, se ha convertido recientemente en un lugar de llegada para quienes se lanzan al mar aferrándose a la esperanza de una vida mejor. En vez de documentar esta situación dramática, Rollo nos ofrece un relato abierto donde la realidad se diluye poco a poco, como si fuera un sueño.

Eirini Vourloumis (Atenas, Grecia). The Mermaid Madonna, 2015-2019

Este proyecto toma el nombre de un libro homónimo escrito por Stratis Myrivilis en 1955, un texto que explora las vicisitudes e intercambios entre las poblaciones griegas y turcas en las primeras décadas del siglo XX. Curiosamente, Myrivilis nació en la pequeña aldea de Skala Sykaminias al norte de la isla de Lesbos, frente a las costas de Turquía, uno de los lugares donde han ido llegando en los últimos años más refugiados sirios huyendo de la guerra civil que ha asolado su país desde 2011. A través de un estilo intencionadamente bucólico, Vourloumis aprovecha esta analogía para ofrecernos un punto de vista sensible y poco convencional de la crisis humanitaria más relevante de la actualidad.

LUGARES DE EXCEPCIÓN:

En esta sección coinciden dos grupos humanos peculiares. Precisamente aquí, encontramos los únicos proyectos donde el protagonismo lo toman las personas dentro del paisaje: por un lado, observamos la vida de una minoría como los Pomaks que perviven dedicados a la agricultura en algunos valles montañosos de Tracia, una región pobre y apartada al norte de Grecia. Por otro, la infinidad de turistas que se acercan a las playas de Lo Pagán en el Mar Menor de Murcia para aplicarse lodos terapéuticos en una zona caracterizada por su extrema contaminación ambiental. Sendos trabajos friccionan entre ellos por ser antagónicos: lo real extemporáneo frente a lo surreal cotidiano, el aislamiento en la tradición y las costumbres contra la globalización y el dejarse llevar por la mayoría. Diálogo con la Naturaleza y su reverso, artificio periurbano; lo universal anodino frente a lo particular profundo.

María Moldes (Pontevedra, 1974). Bloop, 2016-19

Si descontextualizamos escenas cotidianas, la realidad asume una dimensión nueva y extraña. Sobre todo, en lugares como la playa donde se rompen los protocolos habituales y nuestro comportamiento tiende a ser homogéneo, a seguir un patrón. La mirada de María Moldes se fija en un lugar tan raro como ridículo del levante español, unas aguas infectadas como las del Mar Menor donde la gente acude a darse supuestos baños salubres. En un litoral saturado donde proliferan las algas tóxicas, La situación está al límite. Si no se actúa con celeridad, la destrucción de este singular ecosistema marino será en breve irreversible.

Myrto Papadopoulos (Atenas, Grecia, 1978). Zhena Hodemsi – My Wife I’m Leaving, 2017-2019

En Grecia, los Pomaks son una población reducida de algo más de treinta mil personas que han logrado sobrevivir en áreas rurales según sus tradiciones y al margen del resto de la sociedad. Su origen lo encontramos en una etnia eslava que tiene importante presencia también en territorios limítrofes de Bulgaria y Turquía. Poseen una lengua propia de procedencia macedonia, practican la religión musulmana y siguen la ley de la Sharia. A nivel administrativo, no encajan en ningún sitio. De hecho, son tratados como turcos por las autoridades helenas. Papadopoulos comenzó hace unos años a interesarse por ellos y especialmente por la situación de las mujeres, retratando desde entonces un modo de vida secular que tras décadas de aislamiento ha empezado a cambiar de forma lenta.

ALESSIA ROLLO, Fata Morgana

ALESSIA ROLLO, Fata Morgana

LUGARES FUERA DE TIEMPO:

¿Qué ocurriría si un lugar trascendiera las coordenadas temporales, si existiera al margen del tiempo y no pudiera explicarse según su duración o los acontecimientos que se han desarrollado en él? Las imágenes que componen este apartado se caracterizan por asumir el paisaje como una dimensión no vivencial que se ha desprendido de los aspectos narrativos para, una vez alcanzado ese nivel básico, destapar cuestiones que yacían ocultas debajo de ese primer relato visible. Lo fundamental aquí son las evocaciones y no el recuerdo, el rastro más que la representación; se solapan de alguna manera pasado, presente y futuro. Los autores investigan sobre el valor de lo imperecedero, de aquello que permanece inmutable en el interior de una fotografía como una estructura invisible que sostiene el armazón de la historia que yace en la superficie. Coinciden tres vectores: el espacio entendido como un lugar simbólico vaciado de su propia biografía tal como lo muestra Pemjean, como una abstracción derivada de un objeto fragmentado según Mooney o como una energía telúrica que rebasa cualquier época según Lerma.

Suzanne Mooney (Galway, Irlanda, 1976) . On Glass, Sits an Image, 2018

Observamos un video en bucle con sonido y a su lado una pila de carteles que el visitante puede llevarse. Este trabajo ahonda en la conflictiva relación entre fotografía y objeto; es decir, entre la imagen y su soporte. La artista parte de una foto original tomada en 1903 por Henry A. Stanley desde la cima del Monte Monadnock en Nuevo Hampshire (Estados Unidos). El negativo en placa de vidrio ha estado en circulación durante más de un siglo hasta que en 2017 Mooney lo rompe de forma deliberada en muchos pedazos. Lo que surge de esta acción es un nuevo indicio del lugar, ahora más abstracto y fragmentario, que abre sus significados e interpretaciones: hemos pasado de lo representativo a lo semiótico.

Pablo Lerma (Barcelona, 1986). A Place to Disappear, 2017

La obra de Lerma combina en este proyecto vistas de la Naturaleza de expedicionarios del siglo XIX, con otras imágenes afines realizadas por él mismo de paisajes recónditos que se han mantenido ajenos a la intervención del hombre. En ambas situaciones perdura una mirada virgen, primigenia. El objetivo es acercarse a un tipo de lugar primitivo donde el ser humano todavía no existía, entender el mundo desde el punto de vista geológico, sin la huella de la civilización. Las intersecciones conceptuales y emocionales que se crean entre ambos grupos de fotografías establecen una sugerente narración indeterminada.

Emilio Pemjean (Santiago de Chile, 1971). Bauen, 2015-2019

Bauen plantea una reflexión entre el hombre y el ámbito espacial que conforma a su alrededor en aquellos lugares que habita. Los entornos seleccionados son interiores construidos o proyectados por autores como Heidegger, Le Corbusier, Tristan Tzara o Mies van der Rohe en el periodo que va desde el final de la I Guerra Mundial en 1918 hasta el comienzo de la II Guerra Mundial en 1939, una época donde la democracia entra en crisis y ascienden los totalitarismos. Nos encontramos ante silenciosos interiores históricos depositarios de memoria y cargados de recuerdos; lugares asépticos donde la vida tuvo que transcurrir de puertas adentro, en la intimidad. El hogar se asume aquí como refugio y protección, como algo esencial que prescinde de todo lo accesorio. Contraviniendo el sentido de instantaneidad de una imagen, en una de las maquetas contemplamos sutiles cambios de luz que introducen el paso del tiempo.

LUGARES PROPIOS:

La introspección nos ayuda a tomar conciencia de nosotros. Al mismo tiempo, es un modo de aceptar aquello que no queremos ver de fuera, de transformarlo en afectos útiles. Esa actitud de acomodar lo externo a nuestras necesidades emocionales nos protege y aísla. Crear ese mundo particular a través de imágenes ayuda a entenderlo, a hacerlo propio. Es lo que ocurre con este autor, que se descubre a sí mismo tras volver a su pueblo en la isla de Creta. Inmerso en un contexto agreste, la noche y sus enigmas se convirtieron entonces en un refugio.

Yorgos Yatromanolakis (Creta, Grecia, 1986). Τhe splitting of the chrysalis and the slow unfolding of the wings, 2018

La imprevista vuelta del autor a su lugar de origen generó un lento proceso de cambio y aceptación que se prolongó por cuatro años. El regreso parecía un paso atrás en la trayectoria personal y profesional de Yatromanolakis, además de suponer un reencuentro con un pasado traumático del que siempre había pretendido huir. Subjetivar la realidad hasta reducirla a sensaciones es una manera elocuente de aceptarla, de concebir hacia dentro una especie de un exilio íntimo que llena los vacíos provocados por el dolor y la pérdida. De algún modo, es convertirla en un territorio de ficción donde predominan el misterio y lo onírico. La palabra nostalgia, de etimología griega, se construye con la raíz nostos, que viene de nesthai (regreso, volver a casa) y de algos (sufrimiento, dolor).